El ilustrísimo diario Marca ha publicado un avance de los esperados nuevos Estatutos del club, cuya misión debería ser modernizar y democratizar el club en la medida de lo posible. Si se cumple lo que avanza este diario, lo único que se va a conseguir es un club más débil, más cateto y más anquilosado aún que ahora. Sin duda el punto más salvajemente necio y rechazable de este documento es el que introduce la figura de la moción de censura. Uno se pregunta cuál es la brillante mente que lo parió, y con qué objeto exactamente. ¿Alguna vez ha habido necesidad de semejante medida? ¿Considera el cretino que ha puesto semejante cosa negro sobre blanco que los presidentes del Madrid no son blanco de suficientes críticas y ataques interesados durante su mandato? Pues bien, ahora todos esos ataques tendrán la posibilidad de producir consecuencias reales: para convocar una de estas mociones tan sólo serán necesarios... ¡¡el 10%!! de los Socios; apenas 8000 piperos de los que están convencidos de que Raúl es el mejor jugador de España e Íker el mejor portero del mundo, de los que se desayunan con el Marca y van a cagar con el As. Qué coño, hasta Toñín el torero podrá solicitar una moción desde la columna de su amigo Roncerdo en cuanto llegue un entrenador de estos que no ha ganado nada (Mourinho, Lippi) y aburra a los mascapipas durante cinco partidos, o en cuanto salga el Gran Capitán a decir que "los veteranos se merecen un respeto".
Imagínense el panorama: Ahora mismo la prensa tiene cogido por los huevos al presidente, pero sólo porque éste es un hombre de carácter muy débil; al fin y al cabo, Florentino llamó a France Football exigiendo qu se despidiera al autor de un artículo poco elogioso (le dijeron que no podía ser, que había sido el director de la revista). Pero con esta nueva y ridícula medida, el máximo dirigente del Madrid tendrá la obligación real de rendir pleitesía a los "expertos" oficiales del balompié patrio (ya saben, esos que pesan más de 100 kilos y se dejarían el bofe si corrieran 30 metros de un tirón). Imagínense los vaivenes en la dirección deportiva, la total falta de condiciones para seguir una línea continuada y firme. ¡¡Los gastos en agasajar a los piperos de provincias que pueden, con su ponderado voto, derribar una presidencia del Madrid sin esperar al incómodo trámite de las elecciones!! Pero puestos a ser democráticos, ¿por qué ceñirse a la burocracia y a los papeleos? ¡¡Moción de censura por SMS!! "HAY KE EXAR AL PRESI. PASALO."
Siguiendo con el repaso a estos nuevos estatutos, uno de sus puntos dispone que para presentarse a la presidencia será necesario acreditar... ¡¡25 años como socio!! Lo llaman "cláusula AntiAbramovich". Hala, venga, matemos a las moscas a cañonazos. Digo yo, ¿para frenar a un Abramovich de la vida no habrían bastado, qué sé yo, 15 años? No, pongamos 25, asegurémonos de que todos los candidatos sean dinosaurio de 50 tacos para arriba, con el mismo dinamismo que un Fefé, o qué coño, un Montejano. Si quieres ser presidente te tendrá que haber apuntado tu padre cuando eras un bebé; si en cambio te apuntaste cuando te lo pudiste permitir con tu trabajo, a los 25, ¡¡te jodes y te esperas a los 50, ya puedes ser la reencarnación de Bernabéu!! Otra paletada sin razón de ser y contraproducente.
El único punto que puedo apoyar de estos nuevos estatutos es la reforma del voto por correo, pero me parece demasiado poco grano entre tanta paja (o tanta mierda). Además, aún no conocemos el documento completo, seguro que habrá más cosas, muchas más. Yo empiezo realmente a preguntarme si esta gente es capaz de hacer ALGO bien. En el articulito pintan a Calderón transfigurado nada menos que en Moisés con las tablas de la ley. A mí me recuerda mucho más a Esaú.
- Siguiendo con el Marca, el Editoria de ayer era descojonante. Ojo al título: ¡¡"El pecado capital de Calderón fue a echar a un Capello Calderón"!! ¡Lo dicen los que estuvieron 10 meses echando babas para que lo despidieran a toda costa, con el cuchillo entre los dientes y destilando un odio africano! ¡Los que ignoraban encuestas con 100.000 participantes en las que el 70% pedía la continuidad del entrenador! ¡¡Ahora lo llaman "decisión absurda y antiempresarial!! De verdad, sólo pido una cosa: ¿No se podría suicidar esta gente, para darnos una pequeña satisfacción?
- Y termino también con el diario de Recoletos -hoy entrada monográfica-, haciendo un pequeño apunte de Segurola. Este señor pedante y mediocre se está superando: ¡¡ahora ya se inventa palabras!! En este baboso artículo sobre los Juegos Olímpicos de Méjico afirma que el récord en salto de longitud de Bob Beamon dejó "un legado imperdurable". ¿Imperdurable? ¿Qué cojones es eso? Sí, vale, sale en el Google, pero en la academia de la lengua no tienen noticia de la palabra. ¿Se puede ser más relamido? ¿Es posible que este cursi pretencioso que le casca la nota máxima a Baúl en sus crónicas sea la referencia de nuestro memo y ahora calvo presidente? ¡¡Que explote, que explote, por favor!!
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